Sostienen sueños con alfileres

Bertha Wario, El Norte, 27 de junio del 2003

El mar como un espacio de purificación, la religión como una respuesta, el amor una bolsa de oxígeno. Éstos son los elementos que flotan en la obra de Ornella Ridone. Fue por eso que su amiga Rebeca Maldonado, al visitar su estudio y conocer su trabajo más reciente, detectó en ella un interés por las “Rutas de salvación”, esas que rescatan del caos individual y colectivo en el que se vive hoy en día. De ahí viene el nombre de la exposición, con 18 lienzos, que hoy se inaugura, a las 20:30 horas, en la Galería de Arte Actual Mexicano.

Luego de cuatro años de ausencia con una exposición individual en Monterrey, Ridone, originaria de Italia y radicada en México desde 1975, regresa con su pintura de aguja, realizada a base de bordados y alfileres. Ella se encarga de advertir que esta obra está dotada de un mayor grado de experimentación. Es evidente: ahora, a manera de pinceles, además de alfileres, utiliza clavos con los que provoca accidentes de oxidación sobre las telas.

“Estoy experimentando mucho más, del alfiler pasé al clavo sobre superficie claras (manta y otras telas de algodón), más burdas, más como algodones, mantas, y luego al proceso de oxidación para obtener manchas en el trabajo y trabajar con elementos, con el agua, con sales minerales”.

“De alguna manera, el trabajo de alfileres era la idea, la composición, luego trabajarla y ya, ahí estaba el trabajo terminado, y ahora gracias a que pasé a los clavos, como que me ha salido más jugar con manchas de colores, manchas de óxido”, señala. Por una de estas obras, en las que presentaba un rostro bordado con decenas de pequeños objetos puntiagudos, figuró como una de las 59 artistas seleccionadas en la Onceava Bienal Rufino Tamayo, donde se recibieron mil 700 propuestas. “¡Y era una Bienal de pintura!”, dice emocionada.

Y es que, aunque esta egresada de la Academia de Artes de Milán y de la Escuela Nacional de Artes Plásticas del INBA ha colocado sus obras en esta categoría, ésta es la primera vez que un grupo de críticos le dan la razón en un encuentro pictórico nacional. Aunque su obra tiene un alto grado de precisión y minuciosidad, a diferencia de la mayoría de los artistas, Ridone no se aferra al resultado final de su obra, máxime que, en su caso, el desprendimiento de los alfileres puede fácilmente borrar el rastro sobre las telas que van del terciopelo a la manta.

Por “Ma. Magdalena en Careyes”, Ridone obtuvo una mención honorífica por la Quinta Bienal FEMSA.

La galería sampetrina esta en Río Danubio 125 Pte., en la Colonia del Valle. Más informes se dan en el 8556-1363.