Esta instalación se compone de telas, suntuosamente bordadas a mano por la autora sobre estampados con motivos florales, que se utilizan para cubrir los cuerpos de vagabundos durmientes, acostados en diferentes partes de la ciudad: calles, estaciones, etc.
En las paredes varias decenas de fotos de pordioseros, en formato postal, tomadas en Mexico, Europa, India, Estados Unidos…. de estos seres desamparados, hombres y mujeres de todas las edades que por circunstancias adversas del destino o por libre decisión, viven al margen de la sociedad.
Sin casa, sin posesiones, sin rumbo y sin futuro… rechazados y evitados a toda costa, considerados seres humanos inferiores e incluso peores que animales. Ellos encarnan magníficamente el papel del ‘otro’, el diferente, el out-sider.
Nos decimos a nosotros mismos que sufren algún tipo de malestar psicológico. pero mi objetivo a través de esta instalación, es rendirles homenaje, dignificarlos como parte integrante de la humanidad e incluso subrayar su similitud con los ascetas de la India que vagan por el mundo inmersos en su búsqueda metafísica que los aleja de toda convención y de toda interacción social.
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